A apenas 45 minutos de Madrid se encuentra Patones de Arriba, una pequeña comarca de no más de 40 habitantes, calles empedradas, cuestas imposibles y pintorescas casitas de madera y piedra rodeadas de kilómetros de plena naturaleza.
Es el plan ideal para llevar a los niños a pasar un domingo en el campo. Puedes llevarte la comida de casa y hacer un plan de picnic bajo los árboles, o reservar en uno de sus maravillosos restaurantes con mirador. Nosotros comimos en El Jardín del Poleo y sin duda te lo recomendamos. Tan sólo acuérdate de llevar tu dinero en efectivo porqué no siempre se puede pagar con tarjeta.
Además has de saber que no se puede subir con el coche hasta la puerta del restaurante. Los vehículos se dejan a unos 5 minutos de la entrada del pueblo y se accede al mismo andando. Un plan divertido, distinto e ideal para desconectar del todo… ¡La cara de Coco lo dice todo!