Estoy ya de ocho meses y medio de embarazo, y toca preparar la llegada del bebé a casa. Parece mentira, pero de un embarazo a otro se te olvidan muchas cosas, así que me puse a revisar nuestra famosa lista «¿Qué te tienes que llevar al hospital para el parto?» . Momento crítico en el que te pones a buscar y a no encontrar nada de lo que compraste para el parto anterior.
Sí pude dar con los dos camisones de lactancia que me compré la vez pasada deprisa y corriendo, y que, aunque hacían su papel, no me convencían para recibir a toda la familia y amigos en el hospital. SOLUCIÓN: Me diseño mis propios camisones, con mis medidas, y me olvido. O lo que es lo mismo: Mamamisol.
Desde el sillón de tu casa compones tu modelo, ¿largo o corto?¿encaje o volantito?¿cuántos botones?¿biés?¿puntillas? Aquí te vuelves loca con las posibilidades tan ideales que se te van ocurriendo. Después la tela ¿popelín?¿hilo?¿vichy?¿plumeti? ¿color? ¿liso o estampado?
El resultado, al menos en mi caso, fue tan maravilloso que le hice a mi hija un pijama de dos partes a conjunto con mi camisón de lactancia.
Una calidad excepcional, un acabado exquisito, y te lo mandan a casa en un saquito de tela monísimo con una presentación hipercuidada.
Sin duda te animo a que compongas tus diseños y los de tu familia, o lo mandes de regalo, ¡sorprenderás!. Mi próxima adquisición será un pijamita a conjunto para mis dos niñas. 😉