Carla Royo- Villanova, emprendedora con tres hijos

Casada con Kubrat de Bulgaria y madre de Mirko, Lukás y Tirso. Carla compagina su faceta de madre con la de empresaria. Autora de varios libros, colaboradora de varias publicaciones, speaker habitual,   creadora  de Bulgaria Roses Beauty, línea de productos de cosmética natural y recién estrenada blogger.

veronica1-copia-copia (1)WMW- Está claro que eres una mujer emprendedora y muy activa, y además madraza de 3 niños. ¿Cuál es la clave?

Querer es poder. Contra la pereza, diligencia. Adoro todo lo que hago. Soy muy afortunada.

WMW-  En tu caso, ¿el emprendimiento surge como una forma de hacer compatible tus facetas de madre y mujer trabajadora?

No. Cuando era directora de comunicación de Pedro del Hierro tenía mucho más tiempo para mi familia. Los emprendedores y autónomos trabajan mucho más.

WMW- ¿Se han cumplido tus expectativas?

Aún no, la vida termina cuando ya no quedan retos que cumplir.

WMW- ¿Qué nos puedes contar de esa experiencia?

Es muy gratificante ver crecer tu empresa, algo que has creado de la nada. Pero también te quita el sueño y las responsabilidades son mayores. Sin embargo, aquello que no cuesta esfuerzo no se aprecia igual.

WMW- ¿Alguna recomendación para quién quiera montárselo por su cuenta?

Que tenga claro que hace falta mucho tesón, esfuerzo y trabajo. Que nunca piense que será fácil y que crea en su idea con verdadera ilusión.

“Es posible conciliar vida familiar y laboral sin renunciar al éxito profesional siempre y cuando tu familia te apoye y no tengas complejo de mala madre o esposa. En cualquier caso debe ser una opción, no una obligación”.

WMW- ¿Qué crees que podemos mejorar en políticas de conciliación para madres de familia?

Por supuesto, no es que podamos, es que debemos seguir luchando por ello. Se han conseguido grandes logros en las últimas décadas, pero aun queda mucho por hacer. Hasta que no haya las mismas oportunidades para hombres y mujeres habrá que seguir luchando.

“Quiero añadir que la conciliación implica a dos o más personas. Esto significa que las mujeres no pueden conciliar solas. Por lo tanto hay que empezar a preguntar a los hombres: Y tú, ¿cómo concilias?”.